Lleva a cabo cualquier tarea que te haya dado, con una precisión exacta.
Ten la precaución de no llegar con hambre, cansado o de mal humor. Come, descansa, despeja tu mente y tómate unos minutos para interiorizar tu rol de sumiso.
Pregunta si la Dómina dispone de ducha (en mi caso, sí) deberás ducharte antes de la sesión. Lava tus partes íntimas y si vas a realizar juegos anales, ten higiene previa a la sesión también por detrás. Si la Dómina no es fumadora (como es mi caso) no fumes antes de la sesión, o si lo haces, lávate los dientes o toma algún caramelo mentolado antes de la sesión, también se aplica a comidas con ajo, cebolla o similares.
No generes una mala primera impresión
Llega a tiempo y si puedes avisa por mensaje de tu llegada. Si tienes cualquier imprevisto avisa. Llegar temprano es tan malo como llegar tarde.
Si te abre la puerta una recepcionista, saluda con amabilidad y sé consciente de que la sesión todavía no ha comenzado.
Ten un correcto tono cortés, educado y obediente desde el principio.
Sé discreto al llegar y al irte del estudio. Si llegas antes de poder entrar a la sala, es preferible esperar en el coche o dando un pequeño paseo cercano. Obviamente, llegar con un atuendo que no sea ropa de calle sería una indiscrepción. No hables de BDSM cerca de la sala. No realices juegos fuera de la sala.
No esperes o incluso pidas, desnudez o sexo:
Ten como norma que, a menos que un Dómina anuncie tales actividades , no se quitará la ropa ni te permitirá besar partes íntimas del cuerpo. Ella no hará nada que termine con -job. Disfruta de esos servicios con escorts. No habrá sexo de ningún tipo, en absoluto, nunca, ninguno.
No arruines la sesión
Haz lo que la Dómina te ordene, inmediatamente, sin dudarlo.
Entrégate, habla, haz ruidos, crea retroalimentación en el juego pero nunca grites en voz alta sin permiso expreso de la Dómina. Tenemos oídos y vecinos.
Exprésate si sientes que la Dómina te está empujando más allá de tus límites.
No toques a la Dómina sin permiso. Ni siquiera un ligero roce en el hombro, un apretón de manos, un beso o un abrazo. Considera esto una advertencia: es realmente peligroso tocar a una Mistress sin permiso.
No hagas sugerencias inapropiadas como "tener una cita". No hagas preguntas personales ni comentarios incómodos, ni siquiera acerca del físico de la Dómina. Recuerda tu lugar... no eres ni su amigo, ni su pareja.
Ten expetativas realistas y no intentes que la Dómina se adapte a un guión, si estás abierto a su forma de hacer seguro que disfrutas.
¿Qué cosas Sí debes hacer?
Trae lo esencial
Si no habéis hablado previamente de tu "currículum", tráelo el día de la sesión.
Puedes traer una ofrenda como muestra de respeto: flores, una tarjeta de regalo, vino, velas, un pequeño juguete BDSM, algo de su wishlist, etc.
Trae el importe del tributo exacto o con una propina para la Dómina.
Si quieres que la Dómina utilice alguno de tus juguetes durante la sesión, mándale una descripción del mismo (a poder ser con fotografías) previamente y llévalo limpio.
Comienza con buen pie
Toma la iniciativa en cuanto al depósito, pregunta cuánto es y el modo de hacerlo antes de que la Mistress tenga que pedírtelo. En caso de que lo haga ella, hazlo rápidamente para demostrarle que no quieres hacerle perder el tiempo.
No presiones a la Dómina para que acceda a realizar prácticas que ella dice que no hace, los límites deben respetarse en ambos lados.
Responde a las preguntas que te haga la Mistress para que recopile información, luego explícale tus expectativas en cuanto a la sesión.
No esperes actos especiales, hay cosas que se ganan con el tiempo, si es que la Dómina en algún momento quiere tener un detalle contigo.
No exageres ni tu experiencia ni tus límites.
No le digas al Ama que puede hacer contigo lo que quiera. Si lo haces, sé consciente de las consecuencias.
Sé un buen sumiso
No intentes manipular ni ejercer un poder respecto a tu Dómina.
Confía en ella para recordar tus preferencias y límites, no le preguntes si hará "tal cosa" o "tal otra". Deja que la sesión fluya y que haga su trabajo.
Si esperas, ponte de rodillas delante de ella (excepto si ella te ha ordenado otra cosa).
A no ser que sus órdenes sean distintas, mantén la mirada baja.
Pregúntale cómo quiere que te dirijas a ella, si no lo habéis hablado, llámale: Señora, Mistress, Diosa, Ama, Dómina, Lady...
Por norma general, pide permiso antes de hablar "Señora, ¿puedo hablar?"
Besa con entusiasmo (y permiso) su bota, zapato o cualquier cosa que ella presente para que la adores.
La principal forma de moverte por la sala cuando estés atado del cuello es a cuatro patas.
Sé consciente de tus propios límites durante la sesión. No intentes impresionar superándolos y ayuda al Ama a conocerlos.
Controla e informa de tu circulación sanguínea durante la sesión. Si se te duermen partes del cuerpo con alguna restricción corporal, informa a la Mistress lo antes posible.
Si sientes mareos o cualquier tipo de malestar físico díselo. Las Dóminas experimentadas dejarán un tiempo al final de la sesión para la recuperación física, emocional y mental antes de irte (el after care). El cuidado posterior, es una responsabilidad importante que todas las Dóminas cualificadas toman en serio.
Dale las gracias por todo lo que hace.
Volver a ver a la Mistress
Realiza un feedback un par de días después de la sesión y házselo llegar.
Ofrécete a ayudarla a limpiar, desinfectar y guardar los juguetes, también dile que puedes llevarte la basura y tirarla al contenedor al salir.
Después de una sesión, te sentirás tan bien que podrías flotar... así que antes de irte demuéstrale tu gratitud, dile lo buena que fue la sesión y que esperas volver a verla. Es más, reserva tu próxima sesión en ese momento, cuanta más antelación, mejor.
No es necesario dar una propina a una Dómina, sin embargo, si la sesión fue buena, adelante... es algo que le mostrará cuánto te gustó la sesión.
No alargues el tiempo de después de la sesión con una charla infinita, comprende que puede que ella tenga otro cliente esperando en poco tiempo y no quiere contarte acerca de su próximo cliente ni que te cruces con él.
Por supuesto, todas éstas son simples sugerencias, cada Dómina Profesional tiene sus propias preferencias, pero cualquier Dómina profesional (o amateur) seguramente se alegrará de realizar una sesión con sumiso que se muestre prometedor siguiendo estos protocolos.